
Ayer, me levante temprano, a esperar al censista, y a leer los diarios. Cuando voy a buscar el suplemento deportivo de uno de ellos mi abuela me comenta: "Parece que lo internaron a Kirchner". Decidí acercarme al televisor en ese momento para ver si había alguna información más precisa sobre lo que le estaba pasando al ex presidente. La vida me pego el mazazo sorpresivo de su muerte. Pase varios minutos en un estado de estupefacción, hasta que la angustia empezó a formarse en la boca del estomago. Pase las siguientes 2 horas viendo diferentes canales de televisión hablar del fallecimiento. Todos los de noticias, y todos los de aire. Ah, todos no, me olvidaba que la lacra de canal 13 y el grupo Clarín estaban pasando a Piñón Fijo. La incredulidad de la noticia hizo que hablara con varios amigos en un corto lapso de tiempo tratando de filtrar los sentimientos que teníamos dentro. Perdón por la autorreferencia, pero siempre he sido un tipo interesado en la política del país, en transmitir mis enojos con gobernantes pusilánimes, funcionales o directamente socios de lo peor del país. Siempre me he definido como un tipo de izquierda. Y en estos últimos años mi simpatía hacia el frente para la victoria fue en aumento. Mucho tuvo que ver ese hombre que tuvo las pelotas para encarar al general Bendini y decirle que retirara los cuadros de los asesinos en el colegio Militar de la Nación. El que se planto frente a las cámaras y no se dejo extorsionar por una corte suprema que se escribía con minúscula, y ahora gracias a el se puede escribir Suprema. Durante todo su gobierno era habitual que mis discusiones empezaran: "yo no soy Kirchnerista, pero...".
Es habitual que en este país los ídolos populares rápidamente dejen de tener apellidos, para transformarse en solo un nombre, Diego, Charly, Carlitos. Pues bien, eso fue lo que paso con Kirchner, de ese gobernador ignoto que llego del sur a rescatar el país se fue transformando en Nestor. Por supuesto que Nestor fue para nosotros, para los otros siempre fue Kirchner, el apellido siempre pronunciado mal intencionalmente. Nestor fue el tipo que empezó a cumplir los sueños de una generación quebrada. Los sueños de la generación de mis viejos, ellos se reflejaron en el y el enalteció ese reflejo. Fue el presidente que se abrazo con las madres, y al que las madres abrazaron tanto que hoy un pañuelo blanco acompaña a la bandera argentina sobre su ataúd. Fue el presidente que le metió un voleo en el culo al FMI para siempre.
Llegue a la plaza a las 7 y media de la tarde. Ya estaba llena de codo a codo. Había banderas de apoyo a Cristina, y de recuerdo a Nestor. No había llorado. No por una cuestión machista, simplemente soy de los que la procesión va por dentro. En el momento en el que empece a leer los carteles que copaban el piso de la Plaza de Mayo, y las vayas las lagrimas inundaron mi cara. Una frase destacaba y se repetía, "Gracias Nestor, por devolvernos la dignidad". Por eso se llora hoy a este hombre. Porque nos devolvio la dignidad de ser argentinos. nos devolvio la ilusion de que si se lucha y se labura otro país es posible. Hace mas de 12 horas que no hago mas que secarme los ojos. Esta nota no tiene un final, pero si un corolario. Una frase que vi en uno de los tantos carteles de la plaza. "Nestor nos devolviste la dignidad, ahora nosotros llevaremos adelante tus ideales, hasta la victoria, Siempre".